miércoles, 5 de enero de 2011

Nouvelle année, nouvelle vie.

Un sonido acompasado y repetitivo de fondo. Nervios, ilusión, alegría, amor, tristeza.. una infinidad de sentimientos mezclados forman un cóctel que, poco después, acercaremos a nuestros labios en una copa de champán. En cuestión de segundos despedimos con una mano un 2010 que nos ha dejado grandes recuerdos, amargos y dulces, pero recuerdos; mientras que la otra la estrechamos a un prematuro 2011, al que miramos llenos de ilusión, esperanza y.. promesas. Sí, promesas que probablemente no lleguemos a cumplir pero que nos encanta hacer para sentirnos bien con nosotros mismos. Y bien, puede que la intención esté bien, puede que proponernos ser mejores personas sea un buen primer paso; pero el problema aparece a la hora de seguir la marcha: Nos visita el dichoso flato y desistimos, dejando nuestros ambiciosos propósitos tirados en el arcén. 
A fin de que esto no ocurra he intentado ser realista a la hora de marcar los míos, para así llegar antes a la meta y ser capaz de cumplirlos. Uno de ellos ya lo comenté en el post anterior: compartir más tiempo con los míos. Y con míos me refiero a todos aquellos por los que me preocupo y a quienes quiero. Querer. Qué bonito verbo, y en ocasiones qué mal utilizado. Creo que poco a poco voy aprendiendo a usarlo correctamente, en su justa medida.
Volviendo a mi lista, el siguiente punto es llevar a cabo algo que me satisfaga plenamente, que me llene como persona, que me haga sentir útil. Últimamente una idea ronda mi cabeza, y es que siento la necesidad de ayudar a todas esas personas que se encuentran en situaciones precarias, que necesitan ayuda urgente, y a las que nosotros podemos dársela. Puede que el haber comprado la cajita de "Pastillas para el dolor ajeno" sea contribuir a la causa, pero no es suficiente. Necesito hacer algo más, ir más lejos. No hace mucho la hija de una amiga de mi madre pasó unos meses en Etiopía trabajando y ayudando en aquello que podía a personas sin apenas recursos. Me encantaría seguir sus pasos. Es un propósito que tengo especial intención de cumplir, pero también soy consciente de que probablemente no sea fácil de llevar a cabo. De cualquier forma, trataré de que no acabe olvidado en el cajón de los "ojalá hubiera.." sino que permanezca en el de "algún día haré.." y, que, verdaderamente, ese día llegue y consiga hacerlo realidad.

Este año se presenta interesante e inquietante. Probablemente porque va a ser uno de los años más relevantes para mi futuro, pues toca decidir qué hacer con los próximos.. 6 años de mi vida, y, en consecuencia, con el resto de la misma. Por suerte, tengo bastante claro por donde ir, o eso creo, pero el miedo a equivocarme siempre está ahí. Llega la hora de separarse de los de siempre para abrirse al mundo y a nuevas experiencias, acompañado de nuevas personas y con nuevas historias que vivir. Es algo que me atrae y asusta al mismo tiempo. En cuanto a "los de siempre" cada vez tengo más claro con quien voy a seguir en contacto y quienes, poco a poco, se irán convirtiendo en un recuerdo de esta etapa de mi vida. Imagino que en algunos casos me equivocaré y me sorprenderé, pero espero que la sorpresa sea en todos ellos positiva. Veremos qué nos depara el destino..

Solamente queda decir:

Bienvenu 2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario